Había solo un ejemplar y Ella lo había tomado del estante en aquella céntrica librería, antes de verla a Ella, Él había reparado en la tapa azul del libro que llevaba meses buscando, con molestia levantaba la vista para ver quien se atrevió a quitarle la posibilidad de comprarlo.
Sin el menor entusiasmo pasaba las hojas, una a una como encontrando, hasta con algo de hastío, mientras Él iniciaba el recorrido por las blancas manos, por el largo cuello, por esos labios que húmedos parecían hipnotizar, al llegar a los ojos Ella lo intercepto con una mirada, nervioso Él no atino a decir nada, Ella tuvo que romper el silencio:
Ella: ¿Lo quieres? ¿No estoy segura de que sea lo que quiero?
Él:
Ella: Creo que sí lo quieres, tómalo
Él: Sí, gracias, ya encontré lo que buscaba, el libro podrá esperar
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