No pude encontrar la forma de decirlo,
Y de nueva cuenta el estúpido hombre que soy,
Torpe y nervioso me traiciono.

Me hubiera encantando hablarte de tus ojos,
Darte el tratado de sentimientos,
Que provocaste con esa sonrisa,
Que no creo que ensayes,
Espero no sea requisito saber hacerlo.

Pero no, me limite a ordenar, a sonreír,
O intentar hacerlo, pagar la cuenta y salir huyendo.

Un roce de tu mano al pagar la cuenta,
Me dejo claro que eres real,
No se a quien pertenezcan tus suspiros,
O quien tenga la fortuna de amanecer a tu lado.

Solo se, que esa sonrisa de cielo,
Es fantástica y me confirma,
Que el amor a primera vista existe.