… Y no te culpo por tratar de ser feliz, te culpo porque no soy el que intento salir adelante primero, que caso tiene seguir viviendo colgado de una esperanza que no vive y que no respira desde hace mucho?

Dentro de todo lo que tengo que decirte, he de pedirte que regreses por tus fantasmas, los que a diario me esperan al llegar a casa y que tengo que ahuyentar para poder usar nuestra cama.

Esto lo escribo en el escritorio espantoso que me obligaste a comprar y que para hacerte feliz me hice el loco, solo por verte sonreír, sabes, al final me esta gustando, lo que me esta matando es que se grabo también tu perfume.

De ningún modo esto es una petición de tregua, tampoco un salvoconducto para lo que ha pasado, esto pretende ser una carta de amor, amor que usaste como moneda de cambio, amor que fracturaste, que ya no sabe caminar, amor que duele y al cual le estoy besando las cicatrices…