Nunca estamos conformes con lo que tenemos, desafortunadamente he de aceptar que me he acostumbrado a exigirme más en todos los sentidos, a veces logro controlar esto, pero otras se me ha salido de control.
A veces me gusta detenerme y pensar en lo que tengo, alegrarme por esas satisfacciones grandes y pequeñas, por esos logros que costaron trabajo y por los sueños que todavía persigo, no me he educaron para dejar las cosas a medias y al contrario, me he enseñado a siempre buscar razones para seguir soñando.
Si ahora la preocupación por llegar a fin de mes y pagar el alquiler se convirtió en preocupación por pagar la hipoteca, si el tanque de gasolina nunca esta lleno y si el lado izquierdo de la cama sigue vacio
no importa, estoy vivo, respiro y camino, ya vendrán días bueno
esa esperanza
a mi me basta. |