Breve fue la imagen que tuve de esos dos locos enamorados, que muy de mañana y a lo que parecía ser la casa de Ella, felices se comían la boca a besos.
Todavía no había sol que quemara las calles, pero si había restos de una lluvia de madrugada, que feliz era Él sentado abrazándola sentados en esa puerta, no me atrevo a descifrar lo que se decían, no me gustaría mentir o quitarle magia a las palabras que con dulces miradas Ella recibía, pero me gustaría imaginarlas
El: Te amo
Ella: Te amo también |