Y cumples tus amenazas,
te vas sin que pueda detenerte.
Me dices que me dejas,
yo solo sonrío nerviosamente,
pues no puedo hacer nada,
se me rompe el corazón y lo sabes.
Y aunque mi alma se deshaga
y el corazón se me encoja,
acepto que te vayas de mi lado,
sin tratar de detenerte,
ni tratar de recoger de nuestro amor
los mil recuerdos, las tantas caricias,
esas noches eternas,
esos mapas en la espalda.
Te tomas tu libertad,
aquella que tanto quieres,
aquella que me pides,
Sabes acaso que no pienso devolver lo que no me diste? |